Mejora tus relaciones interpersonales
Esta vez hablaremos sobre las mejores formas de llevar
adelante las relaciones interpersonales, preguntándonos: ¿cuáles son las
herramientas necesarias para disfrutar de sanas relaciones con nuestra familia,
nuestras amistades, compañeros de trabajo, vecinos, pareja, etc.? Sin apuntar a la utopía de estar bien con todos, si logramos
estar en paz con nosotros mismos y con la mayoría de las personas con quienes
nos relacionamos; sin que ello suponga claudicar nuestros derechos ni
convicciones, sino en un clima de respeto, estaremos en un buen punto.
Debemos saber cuáles son los aspectos que dependen de
nosotros y cuáles no. Así seríamos más efectivos en las mismas. No es realista
creer que los comportamientos de otros dependen totalmente de nosotros, pues
cada quien debe estar a cargo de sus pensamientos, emociones y comportamientos
y sus implicaciones. No obstante, hasta cierto punto debemos responsabilizarnos
de sus efectos sobre terceras personas, lo cual es la base del respeto a los
demás.
Somos esencialmente sociales.-
El ser humano es, ante todo, un ser social. Nace de la unión
de dos y, generalmente, es parte de un grupo, por pequeño que ésta sea.
Progresivamente, formará parte de entornos más grandes: escuela, comunidad,
sociedad. También es un ser social por su tendencia a agruparse, a
pertenecer, a afiliarse. Sus aprendizajes provienen de sus grupos de
referencia: familia, comunidad, escuela y sociedad.
A algunas personas les es difícil entablar sanas relaciones
personales, debido a expectativas irrealistas, baja autoestima, poco desarrollo
de habilidades sociales, comunicaciones pasivas, agresivas, egocentrismo, escasa
inteligencia emocional, etc.
Las expectativas deben ajustarse lo más posible a la realidad
y a las personas involucradas. Esperar comportamientos “sociables” de una
persona tímida no es realista. Pretender absoluta honestidad es deseable, pero
posiblemente tampoco sea realista.
Para lograr relaciones interpersonales adecuadas es
importante la Inteligencia emocional,
que consiste en conocer las emociones, sus causas e implicaciones y
comunicarlas asertivamente. También la habilidad de experimentar empatía.
En la inteligencia emocional es primordial expresar las
emociones. No se trata de reprimirlas, ni de ser “arrollado” por las mismas.
La calidad de nuestra estima incidirá en cómo nos
relacionamos con nosotros mismos y con otras personas. Por eso es importante
realizar un proceso de optimización de la misma.
Cuando nuestra estima es sana y somos emocionalmente
inteligentes, somos asertivos en cómo y con quién nos relacionamos.
No es igual elegir amistades y parejas desde la carencia, la
soledad, el miedo o falsas expectativas que hacerlo desde la paz, el sosiego y el
amor propio que nos proporciona una estima sana.
¿Qué inluye en nuestras relaciones?
Las relaciones están influidas por las creencias,
expectativas e historias personales de los involucrados. Por eso es importante
que cada quien tenga el mayor conocimiento acerca de sus propias creencias,
expectativas e historia.
Relaciones sanas son aquellas en las que los involucrados dan
y reciben cuidado, respeto, preocupación, estima, responsabilidad, confianza,
lealtad, apoyo, etc. Se caracterizan por un predominio de sensaciones de bienestar.
Relaciones tóxicas son aquellas en las que los involucrados
experimentan frecuente malestar por comunicaciones inadecuadas, manipulaciones
emocionales, violencia en diversas formas, irrespeto, desconfianza, celos,
deslealtades, desconsideraciones, etc.
Conviene que te plantees estas preguntas:
¿Cómo evalúas tu manera de relacionarte en el plano de las
amistades?, ¿Cuáles son tus motivaciones?, ¿Qué esperas?, ¿Te sientes
satisfecho de la cantidad y calidad de esas relaciones?
¿Qué opinan y sienten tus amistades acerca de ti?, ¿Sienten
que dan y reciben proporcionalmente?, ¿se sienten satisfechos de tus maneras de
relacionarte?
¿Identificas algún patrón en tus elecciones de amistades o
parejas?
¿Logras equilibrio entre tus necesidades, puntos de vista y crecimiento
en tus relaciones interpersonales?
Si logras dicho balance ¿a qué lo atribuyes?
¿Existe desbalance en tus relaciones interpersonales? ¿A crees
que se debe?
¿Estás “poniéndolo todo” en una sola relación de amistad o de
pareja?, ¿podrías plantearlo y hacerlo de otra manera?
¿Creces en tus relaciones de amistad o de pareja?, ¿sientes
que quedas en deuda contigo mismo?
Busca ayuda profesional.-
El apoyo psicológico puede serte útil si detectas la
necesidad de cambiar tus pautas de relaciones. Es importante que no sigas la
falsa idea de que acudir a terapia es “cosa de locos”.
Las relaciones que entablas y el modo de hacerlo se
relacionan con tu historia de vida temprana. Es valioso que hagas una revisión
de la misma. Siempre tendrás la posibilidad de replantearte tus
relaciones. Puedes optar entre no cambiar o renovarte. Necesitarás mucha
conciencia, disciplina, disposición, esfuerzo y apoyo.
Dar y recibir son acciones importantes. Procura que exista
balance en tus relaciones. No se trata de llevar cuentas, sino de entablar
relaciones bien proporcionadas y recíprocas.
A algunas personas se les dificulta dar, a otras recibir. Es
valioso preguntarnos qué habrá detrás de nuestra dificultad para una u otra
situación. En ambos casos, nuestras relaciones interpersonales sufren las
consecuencias.
Si se te dificulta dar puede ser que sientas miedo de ser
vulnerable, pues lo entiendes como “empobrecerte”. Un acercamiento al
crecimiento espiritual podría ayudarte a ser más desprendido, solidario y menos
aprensivo y apegado a las posesiones.
Si te es difícil recibir tal vez tu sentimiento de merecimiento
esté debilitado. Quizá lo interpretas como debilidad o dependencia. Te invito a
pensar que recibir no es un ataque a tu dignidad, y que las personas podemos y
debemos ayudarnos unos a otros.
Dar es una muestra de crecimiento. Es un acto de
desprendimiento que nos permite iluminar a otras personas. Crecemos nosotros y
crecen quienes reciben nuestra ayuda. Negarse a dar y sólo centrarse en recibir y acaparar, muestra
nuestros temores y atasca nuestro crecimiento espiritual. Pregúntate a diario: ¿a quién y cómo puedo
ayudar? En cuanto a recibir, no te preocupes: la vida te devolverá
con creces lo que das. Y lo mejor: crecerás, tus relaciones mejorarán y te
embargará el bienestar.
Es totalmente cierto lo que das sin mezquindad lo recibes en dones divinos
ResponderBorrarSaludos, gracias por leer y comentar. ESpero que explores el resto del blog y aproveches su contenido.-
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